La medicina regenerativa podría permitirnos vivir más años y tener una mejor calidad de vida

Un estudio reciente dirigido por el investigador español Juan Carlos Izpisúa podría suponer un punto de inflexión en la rama de la medicina regenerativa: el grupo de científicos que lidera ha conseguido revertir el envejecimiento en ratones y aumentar su longevidad de 18 a 24 meses.

El experimento, llevado a cabo por científicos del Instituto Salk de Estudios Biológicos de California, ha conseguido rejuvenecer las células de roedores afectadas por progeria (también conocida como Síndrome de Werner), una enfermedad rara que produce un envejecimiento prematuro en niños y que padecen 1 de cada 7 millones de recién nacidos. Los progresos han sido posibles gracias a la reprogramación celular, un procedimiento que se definió por primera vez en 2007. La reprogramación ha demostrado que es posible revertir la edad de algunas células.

A diferencia de experimentos anteriores, donde la reprogramación celular fue total y no parcial, los roedores no han desarrollado tumores ni ningún tipo de cáncer y han sobrevivido. Es la primera investigación que ha conseguido incrementar la vida de animales mediante este método.

Alejando Ocampo, colaborador en el Instituto Salk y uno de los principales involucrados en el estudio, considera que el experimento demuestra que la reprogramación de las células puede retrasar o revertir los signos del envejecimiento e indica que a largo plazo los resultados podrían aplicarse en seres humanos, mejorando nuestra calidad de vida y permitiéndonos vivir más tiempo.

“El envejecimiento es el principal factor de riesgo para todas las enfermedades que padecemos. Si conseguimos frenarlo o revertirlo lograremos reducir el riesgo y los efectos de las enfermedades de la vejez, lo que en última instancia llevará a que vivamos más años”, señala Ocampo.

“El objetivo es llegar a una edad avanzada con órganos y tejidos en mejor estado, con gran movilidad y con una mayor capacidad de recuperación de lesiones y enfermedades”.

En los próximos diez años comenzaremos a ver ensayos clínicos. Sin embargo, los estudios se encuentran en estado embrionario y todavía es difícil prever cuándo podrán aplicarse en humanos. “En los próximos diez años comenzaremos a ver ensayos clínicos con terapias cuyo objetivo es frenar el envejecimiento con órganos y tejidos específicos”, comenta el doctor. “Respecto a vivir más… eso llevará tiempo.

Solamente para demostrarlo necesitaremos muchos años”. Que en un futuro los seres humanos podamos llegar con mayor facilidad a la centuria también plantea un complejo debate sobre cuáles podrían ser los efectos socioeconómicos si, de darse el caso, la vida se alargase en países con un exceso de envejecimiento poblacional.

El sistema de pensiones, la política de jubilación y el área laboral podrían verse profundamente afectados. ”

Es una cuestión complicada para un científico”, reflexiona Ocampo. “Lo que sabemos es que las sociedades han tenido cada vez mayor esperanza de vida a lo largo de la historia y el sistema no ha colapsado. Por supuesto, los modelos socioeconómicos actuales necesitarían adaptarse, pero no sería algo imposible”, subraya esperanzado.

La medicina regenerativa es un área multidisciplinar de la medicina que busca la mejora y la restauración de las células, los tejidos y los órganos utilizando métodos que incluyen la terapia celular, la terapia génica y la ingeniería de tejidos. Su meta es conseguir regenerar estos elementos para mejorar el funcionamiento del organismo humano.

 

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