Aunque tanto hombres como mujeres están sujetos a padecer diversas enfermedades, existen algunas que tienen más incidencia en mujeres.

Al momento de nacer, los varones y las niñas son igual de sanos y los problemas de salud son compartidos. Sin embargo, con el paso de los años, algunas enfermedades parecen elegir a las mujeres, algo que no es casual si se toma en cuenta que no sólo inciden los factores biológicos sino también los sociales como la sobrecarga de actividades.

Migraña

Esta enfermedad crónica potencialmente incapacitante afecta en torno al 10% de la población, y es más frecuente en el sexo femenino con una proporción de 3 a 1. La razón por la que es más habitual en la mujer se debe a factores hormonales (oscilaciones en los niveles de estrógenos) y, por ello, aumenta durante los días previos a la menstruación y disminuye durante el embarazo y tras la menopausia.

Diabetes

La proporción de hombres y mujeres con diabetes tipo 1 es más o menos la misma, pero en el caso de la diabetes tipo 2, en la edad madura hay más mujeres que hombres, debido fundamentalmente a los cambios hormonales que sufren durante la menopausia: al descender el nivel de estrógenos, ellas pierden el efecto protector de estos frente al riesgo cardiovascular, lo que hace que aparezca un mayor número de complicaciones y de mayor severidad respecto a las que padecen los varones.

Esclerosis múltiple

La esclerosis múltiple es una enfermedad del sistema nervioso central y según la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple, las mujeres tienen entre dos a tres veces más posibilidades de padecer de esta dolencia.

Hemorroides

Afectan por igual a ambos géneros, pero en mujeres son muy comunes durante el embarazo y después del parto, pues resultan del aumento de presión abdominal producida por el feto, especialmente durante los primeros meses de gestación.

Alergias

El uso de pendientes, cosméticos, tintes y perfumes hace que sea más común en las mujeres la aparición de dermatitis de contacto. Además, las que se dedican a las labores del hogar sufren más alergias por estar más expuestas a algunos alérgenos, como los pólenes de la casa o el polvo.

Cáncer de mama

Es el cáncer más frecuente en mujeres, con 25 mil casos nuevos al año y una prevalencia de 5 años. Sin embargo, gracias a la detección precoz y a los avances en los tratamientos, como la radioterapia intraoperatoria, es uno de los tumores con mejor tasa de supervivencia(curación de casi el 90 por ciento). El tratamiento con enfoque multidisciplinar, además, ofrece muchas mejoras para el bien de la enferma: curación de la enfermedad, reparación estética de la cirugía mamaria, evitar el sufrimiento innecesario y cuidar la calidad de vida.

Lupus

El lupus es una enfermedad crónica autoinmune en la cual el cuerpo, de forma equivocada, ataca al propio organismo. Los síntomas pueden variar, aunque los más comunes son una fatiga extrema, dolores de cabeza, pies hinchados, y pérdida del cabello. Aun no se sabe que es lo que causa la enfermedad, sin embargo más del 90% de quienes lo padecen son mujeres.

Várices

Estas dilataciones venosas producidas por alteración de las válvulas se presentan en una de cada cinco españolas (una incidencia cuatro veces superior a la del hombre). Su clínica es variable desde pacientes asintomáticos que acuden por problemas estéticos hasta síntomas de insuficiencia venosa: pesadez y cansancio, calambres musculares (preferentemente nocturnos), picor que induce a lesiones dérmicas por rascado, edema en piernas y aumento de la temperatura.

Síndrome de fatiga crónica

El Centro de Control y Prevención de Enfermedades indica que este síndrome es una enfermedad “devastadora y muy compleja.” Las personas experimentan una fatiga constante de la que no logran deshacerse ni siquiera con un descanso adecuado y que les hace difíciles tareas sencillas y cotidianas que van desde levantarse y vestirse hasta trabajar. Algunos de los síntomas son insomnio, pérdida de la memoria y dolores musculares. Las mujeres tienen cuatro veces más posibilidades de padecer de este síndrome.

Celiaquía

La enfermedad celíaca es una intolerancia permanente al gluten del trigo, cebada y centeno, que en España se presenta en un 1% de la población, siendo dos veces más frecuente en las mujeres. Diarrea, pérdida de peso y apetito, alteraciones del carácter, meteorismo (gases) o fatiga son los síntomas más frecuentes.

Colon irritable

Este es un síndrome bastante común cuyas principales características son malestares estomacales y lamentablemente afecta más a las mujeres que a los hombres. La Fundación de Desordenes Gastrointestinales Funcionales reporta que casi un 65% de los pacientes que reportan sufrir de este problema son mujeres. Se cree que debido a que en general los síntomas empeoran durante sus períodos las hormonas podrían jugar un rol fundamental.

Enfermedades del aparato locomotor

Varias enfermedades del aparato locomotor son más frecuentes en mujeres que en hombres, entre ellas, la artritis reumatoide, la osteoporosis y la fibromialgia.

La artritis reumatoide, inflamación de las articulaciones que produce dolor, hinchazón y rigidez de las mismas, es tres veces más común en mujeres que en hombres. La fibromialgiaes también más habitual en ellas que en ellos en una proporción de entre 3 y 7 a 1. Produce dolor en músculos, articulaciones, ligamentos y tendones de forma generalizada, y está asociada a cansancio, trastornos del sueño, dolores de cabeza, ansiedad y depresión.

La osteoporosis, sin embargo, es la pérdida de calcio en los huesos, lo que comporta mayor fragilidad y aparición de fracturas, tanto espontáneas como por traumatismos mínimos. Es una enfermedad silente (no avisa) que en la mujer se acentúa con la llegada de la menopausia, por la reducción de niveles de estrógenos, con una incidencia de una de cada cuatro españolas postmenopáusicas.

Enfermedades relacionadas con el estilo de vida

Asociados a su incorporación al mercado laboral encontramos los cambios en la alimentación que, junto a la menstruación, hacen que la mujer sea más propensa a padecer anemia: un descenso del número de glóbulos rojos en la sangre. Según la OMS, el grupo de población que cuenta con el máximo número de personas afectadas es el de las mujeres no embarazadas*. Palidez de la piel, uñas quebradizas, caída de cabello, irritabilidad, cansancio o dolores de cabeza son los síntomas más comunes.

Al llevar un estilo de vida más sedentario, la mujer tiende a almacenar grasa formando las temidas ‘cartucheras’ y, junto a las hormonas femeninas y las células grasas que tiene en la zona de los muslos, desarrolla la celulitis o piel de naranja, una alteración que afecta aproximadamente al 90 por ciento de las mujeres.

En el mundo, un nueve por ciento de las mujeres fuman, y hoy en día están por delante en las primeras etapas de los fumadores adolescentes. Esto producirá sus consecuencias en los próximos años, ya que la repercusión del tabaquismo puede ser más perjudicial en la mujer que en el hombre: a las ya conocidas enfermedades cardiovasculares y pulmonares, se suman los problemas de fertilidad, el embarazo y la lactancia, además de estar relacionado con algunos cánceres específicos de la mujer.

El sedentarismo, unido al uso de tacones, ropa ajustada y bolsos excesivamente cargados, hace que las patologías de la columna sean más habituales en las mujeres. El uso de zapatos de tacón alto modifica la estática y la dinámica de la columna y, a medio plazo incrementa los efectos de todas aquellas pequeñas alteraciones que puedan aparecer. Además, 9 de cada 10 mujeres sufre dolor de pies derivado de los tacones, desarrollando juanetes, dolor de la planta del pie o neuroma de Morton (dolor tipo quemazón en los últimos dedos del pie).

Trastornos psicológicos

A partir de la adolescencia, las mujeres superan a los hombres en trastornos emocionales. También sufren, con mayor frecuencia problemas de ansiedad, como crisis de angustia y ansiedad generalizada (doble de mujeres), fobias (3-4 veces más frecuente en mujeres) y alteraciones de la conducta alimentaria (90 por ciento son mujeres); el insomnio también es más común en la mujer, a veces formando parte de las patologías descritas y otras, precipitado por los cambios hormonales de la menopausia.

Tanto por cuestiones culturales como biológicas, las mujeres tienden a desarrollar adicciones algo diferentes a las de los hombres: donde ellos tienen más adicción al juego o al alcohol, ellas la tienen a las compras, a la belleza, y a aquello que piensan que les hará obtener cariño o les ayudará a manejar un vacío (especialmente psicofármacos y alcohol).

Fuente: www.docsalud.com -www.efesalud.com

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